Para realizar la inauguración de este Blog de Grupo Artedi S. A. de C. V. hemos decidido compartir lo que a lo largo de nuestros años de experiencia ha significado desarrollarnos en este campo. Para ello, es importante partir de significado de la palabra “salud”, no sólo como un género o tipología de edificios, sino hacerlo desde su más amplio espectro; para ello, recurrimos a lo que la organización Mundial de la salud nos dice:
“La salud es un estado de completo bienestar, físico, psicológico y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”
(Organización Mundial de la Salud, 2014 pág. 1).
En este sentido, el quehacer de un arquitecto especializo en salud, conlleva el compromiso del cumplimiento de los aspectos normativos-funcionales en el diseño de unidades de atención a la salud (es importante notar la determinación del término salud, no curación); y trasciende cuando como diseñadores de forma sensible también nos preocupamos por atender las necesidades fisiológicas y psicológicas que quienes las habitan, mismas que están más relacionadas en entender la habitabilidad y los procesos de sanación.
“El ser humano es un ser apto para el desarrollo no sólo biológico, sino también anímico y espiritual”
Forming Curative communities, Rudolf, Steiner, Press, 1978.
Esto es de vital importancia, ya que la “salud” es más que un género, es parte de un derecho universal y debe encontrarse en todos los espacios creados por el hombre, en esta identificación de conceptos, podemos decir que más allá del espacio, esta los entornos que nos rodean, los entornos saludables; en ese sentido la OMS, lo define de la siguiente manera:
“Entorno es el contexto físico y social en el que las personas interactúan con el medio donde se produce la salud y la calidad de vida; entornos saludables son aquellos que apoyan a la salud y ofrecen a las personas protección frente a las amenazas permitiéndoles ampliar sus capacidades y desarrollar autonomía con respecto a su salud.
El entorno si identifica por:
Un espacio físico definido
Un grupo de personas con roles definidos
Estructura Organizaciones
Físico, psicológico y social.
(Organización Mundial de la Salud, 2016).
De esto último rescato el concepto de “producir salud”, es decir, promover espacios que vayan de modelos patogénicos, solamente preocupados por la curación, a espacios que adicionalmente produzcan y procuren la salud, que se viaje de la curación a la sanación.
Es por ello, que cuando comenzamos un proyecto, nos planteamos los siguientes cuestionamientos: ¿Cómo contribuimos a esta relación salud-espacio?, ¿las condiciones en las que se prestan los servicios de salud son las adecuadas?, ¿la infraestructura promueve un ambiente saludable y de bienestar?, ¿Qué hemos aprendido de otros proyectos y debemos aplicar en este?, entre otros.
El campo de la Arquitectura, como muchos otros campos de la ciencia, se ha ido ampliando a medida de la obtención de nuevos conocimientos; la Arquitectura Especializada en la Atención de Espacios para la Salud se fortalecerse mediante el uso de diversas herramientas que le permitan diseñar espacios que promuevan un estado de completo bienestar, físico, psicológico y social. No debemos caer en la contradicción de que la edificación donde se atiende la salud nos enferma.
“Los espacios de sanación pueden considerarse o definirse por sus cualidades ambientales, que incluyen: calidad de luz, sonidos, calidad del aire y temperatura.”
Boonie, et. al, 2015, pág. 40
Briseyda Reséndiz Márquez